Por Vanesa O' Toole
La ficción se nutre de la realidad y “El rostro de Mael” es un claro ejemplo de ello.
El 4 de abril de 2012 hubo un tornado en Ituzaingó (provincia de Buenos Aires, Argentina). Lo que al ojo humano no fue más que un fenómeno atmosférico, ante el ojo del artista se abrió un mundo de posibilidades.
Así nació “El rostro de Mael”, el segundo libro de Marcos Martínez, que si bien es un libro de cuentos de horror cósmico, roza la novela corta, al entrelazarse las historias con aquello que el tornado trajo de otro mundo: un conflicto eterno entre las fuerzas del bien y del mal, encarnado por el temible dios de las pesadillas, Mael, y la suma sacerdotisa que busca encerrarlo para siempre, encarnada, en nuestro tiempo, en la psicóloga Samanta Gauss.
El libro está dividido en cuatro partes, que dan cuenta del surgimiento de esta guerra milenaria que amenaza con volver a desencadenarse en nuestra Tierra y donde ya nadie está a salvo.
En La tormenta se nos presenta a Samanta, a través de la mirada y de las vivencias de otros personajes y de su relación con ella. En El encierro se abre el abanico y aparecen los personajes del barrio, los que sufren las consecuencias de esta guerra que no es propia. En La pesadilla se nos muestra una pizca del dios que se apodera de las pesadillas de los vecinos de Ituzaingó y conocemos el rol de antagonista que Samanta cobra en esta historia. Y el Epílogo nos traslada al pasado, en donde se gestó esta enemistad cósmica y en donde se sella el destino de la eterna lucha.
Quienes han tenido oportunidad de cruzarme en alguna feria saben lo que siempre digo de Marcos: que es un gran escritor y que su poesía es esotérica e imperativa.
Con este nuevo libro, agrego que Marcos se supera como autor y que todo ese bagaje de esoterismo y de oscuridad lo vuelca en unos textos que no necesitan más para hacernos padecer distintas emociones.
El horror tiene sus matices y eso es lo que encuentro en este libro que, por momentos, me hizo temblar y, por otros, sentir pena por sus protagonistas. Porque hay terrores que son peores que los cósmicos: los humanos, aquellos que se encuentran a la vuelta de la esquina y de los que nadie, lamentablemente, está exento. Y en este libro, también nos enfrentamos a ellos.
Sin hacer spoilers, mis cuentos preferidos son Fiesta clandestina, Pintado en la pared y Cobardía, tres historias tan terroríficas como fantásticas... y hasta posibles.
ENTREVISTA A MARCOS MARTÍNEZ, AUTOR DE "EL ROSTRO DE MAEL"
Vanesa O’ Toole (VO): ¿Cómo llegaste a gestar la idea de “El rostro de Mael”?
Marcos Martínez (MM): Se fue dando con el tiempo. Empecé a escribir los primeros cuentos en el 2014, mientras estudiaba en el terciario. Los primeros diez, por así decirlo, son de esa época. Después pasó mucho tiempo, hasta ya empezada la pandemia, que retomé. Pero en aquellos primeros años ya tenía forma el concepto de "la entidad que regresa al mundo después de haber sido forzosamente exiliada", y sin embargo, había otra intensión detrás. La idea realmente maduró cuando me propuse darle un sentido místico a los rincones de mi barrio, cuando quise impregnar en las calles por las que pasé toda mi vida, un poco de fantasía y horror.
VO: ¿Influyó la pandemia en la escritura de este libro?
MM: Me aproveché mucho del encierro del 2020. Me llevó a reflexionar y a procesar cosas que terminaron dando sus frutos en cada cuento.
VO: ¿Cuánto hay de vos en estos personajes y en estas historias?
MM: Esta vez diría que bastante. Casi todos los personajes están representando diferentes momentos de mi vida, cosas que tuve que vivir, cosas en las que pensaba, y sobre todo, el conflicto de entregarse a la sombra o dominarla. Eso es Mael, la oportunidad de rendirse a los impulsos destructivos, a esa parte oculta en nosotros, a la que tememos, pero que deseamos satisfacer.
VO: ¿Tenés algún cuento preferido? ¿Por qué?
MM: Ese tendría que ser uno de los del epílogo, Macabras intensiones. Más allá de la función que tiene en la trama subyacente en cada cuento (que por separado son independientes, pero que forman una sola historia), disfruté mucho de escribirlo, ya que era la oportunidad perfecta para dejarme llevar por lo monstruoso y vomitar toda clase de declaraciones siniestras, catárticas.
VO: ¿Qué le dirías a quien se anime a adentrarse en este libro?
MM: Le diría que se deje llevar hacia lo profundo de sí mismo, y que tenga el coraje de ser lo suficientemente sincero consigo mismo como para reconocer y apoderarse de su propia oscuridad.
PARA FINALIZAR...
Le deseo al autor todo el éxito del mundo con esta nueva creación y lo insto, públicamente, a armar la trilogía que esta historia se merece.
Marcos Martínez ha gestado un monstruo y, como lectores, nos merecemos una batalla épica entre Samanta y Mael, pero le dejamos a él sorprendernos con el desenlace.
El rostro de Mael se encuentra disponible a través del catálogo de Editorial Thelema.
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