A sus 52 años, Lucas no abunda en detalles ni describe lugares comunes como para que un contemporáneo se vea reflejado al reconocer el paisaje.
Más bien, a través de su recorrido por la vida, saca a la luz sentimientos, frustraciones y alegrías con las que podrás identificarte, más allá de las circunstancias y de las coyunturas diferentes.
En su prosa está presente la mística, el infinito, la muerte y la vida, y por sobre todo, la búsqueda de su propia identidad y de la felicidad.
Este camino lo transita al relatar sus orígenes, la historia de su familia, y en especial, sobre la relación con su padre, de quien repite comportamientos que aborrece, pero al que no deja de querer en ningún momento.
"Porque tengo tiempo" es un libro para leer y parar, para pensar y releer, y también para guardarlo y volver más tarde sobre algunas reflexiones.
Vas a disfrutar de sus argentinismos, de sus ironías y de la forma de decir de Lucas, sobre aquello que, de alguna manera, la mayoría piensa.
A sus 52 años, Lucas no abunda en detalles ni describe lugares comunes como para que un contemporáneo se vea reflejado al reconocer el paisaje.
Más bien, a través de su recorrido por la vida, saca a la luz sentimientos, frustraciones y alegrías con las que podrás identificarte, más allá de las circunstancias y de las coyunturas diferentes.
En su prosa está presente la mística, el infinito, la muerte y la vida, y por sobre todo, la búsqueda de su propia identidad y de la felicidad.
Este camino lo transita al relatar sus orígenes, la historia de su familia, y en especial, sobre la relación con su padre, de quien repite comportamientos que aborrece, pero al que no deja de querer en ningún momento.
"Porque tengo tiempo" es un libro para leer y parar, para pensar y releer, y también para guardarlo y volver más tarde sobre algunas reflexiones.
Vas a disfrutar de sus argentinismos, de sus ironías y de la forma de decir de Lucas, sobre aquello que, de alguna manera, la mayoría piensa.